Caminados

Caminados

IV Pontevedrada 2014

La Pontevedrada es una andaina solidaria de 63 kilómetros entre Pontevedra y Compostela para la concienciación de la importancia que tiene la donación de sangre, órganos y tejidos. La organización de esta marcha la llevan un grupo de donantes que se encargan de todo, desde la promoción hasta velar por la seguridad de todos los participantes en cada minuto que dura la caminata.
La progresión de esta marcha es impresionante, el primer año que se organizó participaron 2 personas, el segundo 90, en el tercero 300 y en este cuarto año casi 600. Si siguen con esta evolución de participantes, en un par de años pillan a su hermana mayor la Valvanerada.

Una caminata por el Camino de Santiago, de larga duración y encima nocturna, obviamente no me la iba a perder.

Tengo que remarcar que la organización de la marcha fue impecable. Puntos de avituallamiento cada pocos kilómetros, tanto en bares de los pueblos por los que se pasaba, como paradas propias con los coches de apoyo, en los que repartían comida y bebida. Protección civil en todos los cruces con las carreteras cortando el tráfico. Quads recorriendo la zona de caminata por si había algún problema. Vehículos escoba. Sanitarios. Osteópatas.Y los propios organizadores caminando con los participantes, dando ánimos a la gente. Un 10 para la organización.

La marcha comenzó a las 8 de la tarde en la plaza da Ferrería de Pontevedra, pero ya desde mucho antes se respiraba un gran ambiente por la zona con los participantes que iban llegando al punto de encuentro.
Al arrancar, vestidos con la camiseta roja que nos dio la organización, formamos una marea roja que hicimos fluir por las arterias de Pontevedra hasta abandonar la ciudad. Casi todos los participantes caminamos juntos hasta que cayó la noche y se llegó a la primera parada de avituallamiento, en Barro, donde seguía ese ambiente de marcha.
A partir de aquí los caminantes ya se fueron dividiendo en grupos más pequeños, cada uno a su ritmo.
Si el ambiente en la parada de Barro era bueno, en Caldas lo era todavía mejor, aunque aquí ya se empezaban a ver las primeras ampollas, las caras de dolor y algunos abandonos. Ya llevábamos 21 kilómetros.

Hasta la siguiente parada de avituallamiento, en Valga quedaban 14 kilómetros y gran parte por el medio del monte. Para mi este tramo fue uno de los momentos más bellos de la caminata. Ir con el cielo despejado viendo las estrellas, por un camino de tierra rodeado de árboles, donde no ves más allá de 5 metros, pero si oyes todo lo que te rodea, como el rumor del río que te pasa al lado, fue una pasada. Para todos los amantes de las etapas nocturnas, ésta sería la suprema.

La parada en Valga se agradeció muchísimo. Ya llevábamos más de la mitad de la Pontevedrada y las piernas nos empezaban a preguntar que coño estamos haciendo a las cuatro y media de la mañana en el medio del monte, si estamos tontos o que.
Aquí ya no se llegaba en grupo, se llegaba en pares o tríos, como mucho.
En este “stop and go” vi una de las imágenes que más me sobrecogió de toda la marcha, una chica, al límite de sus fuerzas tenía que abandonar la Pontevedrada llevada en brazos por dos sanitarios de Protección Civil.

La siguiente parada, en teoría, estaba estipulada en 5 kilómetros, en Padrón, pero el hotel donde nos esperaba el desayuno y un pelotón de osteópatas estaba a las afueras de Padrón. Claro, las afueras pueden ser 3 ó 4 kilómetros, que dicho así no parece mucho, pero es casi una hora más de lo que pensabas que ibas a caminar y eso, a las 6 de la mañana, frustra un poco. También te hace devorar el desayuno con muchas más ganas.

Y como quien no quiere la cosa, nos pilló la mañana a unos 20 kilómetros de Santiago, los últimos 20. Aunque parezca mentira, después de más de 40 kilómetros andados, sin dormir, con ampollas en los pies, sobrecargas, contracturas… la gente sigue manteniendo la sonrisa. Ese es el espíritu.
Los últimos kilómetros son un poco locura, subidas, bajadas, carretera, un millón de ciclistas portugueses. Pero ya todo da igual, ya casi se puede ver la plaza del Obradoiro.
La última parada la hacemos en Milladoiro, después de la subida que tanto temíamos, a tan sólo unos 5 kilómetros del final. En este punto hay personas tienen que abandonar, casi todas por prescripción médica. Llegados a este punto, duele más el orgullo que el cuerpo, pero es preferible perder de acabar la caminata, que perder un pie. El año que viene se termina, eso seguro.

Y por fin la llegada al Obradoiro, media hora después del horario establecido de llegada, pero llegando al fin y al cabo. Creo que no tuve el privilegio de llegar el último, pero tuve que estar muy cerca.

De las 540 personas que empezaron esta andaina, la acabaron 280.

Participar en la Pontevedrada ha sido una experiencia cojonuda, tanto a nivel personal, superando en 11 kilómetros a la etapa mas larga que había hecho, la mítica Ponferrada - O Cebreiro, y como experiencia social, caminado con toda esta gente, apoyándonos unos a otros y todo por un fin solidario.

Y vuelvo aplaudir a la Organización, que en todo momento cuidó de nosotros y nos hizo sentir que formábamos parte de una gran familia.


El año que viene repito, seguro.

Stand de la Organización

Ambiente en la plaza antes de la salida


 Unas palabras antes del comienzo

 Apuntito de salir

Arranca la Pontevedrada

 Primeros metros

 Callejeando por Pontevedra

La marcha roja







  



  

  

Cayendo la noche  

   

    

La marcha en Barro

 Entre Barro y Caldas

Caldas

  Parada en Caldas

   

Entre Caldas y Valga


 Parada en Valga


 Intentando llegar al hotel "en" Padrón

 La organización, siempre pendiente de los caminantes

 A Escravitude

 En algún lugar entre Padrón y Milladoiro

 Nunca se pierde la sonrisa

 On the road

 Llegada al Obradoiro

Cierre de la Pontevedrada

5 comentarios:

  1. Enorme.... que grande tu resumen de esta IV Edición de la "Pontevedrada"... todo un detalle por tu parte el tomarte este tiempo en preparar un reportaje escrito y gráfico tan bonito... un abrazo amigo...

    ResponderEliminar
  2. Gracias a vosotros por haber organizado este evento.
    Un abrazo y nos vemos el año que viene

    ResponderEliminar
  3. No se podía contar de mejor manera. Me ha encantado. Sobretodo saber que todos lo hemos vivido con la misma ilusión, con el mismo cariño y que casi hemos sentido el mismo dolor en los mismos km del trayecto. Enhorabuena y gracias.

    ResponderEliminar
  4. Espectacular resumen, un placer compartir camino

    ResponderEliminar
  5. Para el año me gustaría apuntarme, pero se ve que es duro!

    ResponderEliminar